^ CUMBRES DE CARTAGENA: SENDERISMO ^: Senda del Agua: Caño de Espuña

Hola, me llamo Antonio, y soy adicto a la montaña.

Esta es la única explicación que le encuentro para que después de estar cansado por un ajetreado día previo, haciendo un tiempo de mil demonios, vamos que llovía, y siendo la ruta por un maravilloso espacio natural, pero muy conocido por mi en gran parte del recorrido, saltar de la cama incluso antes de que suene el despertador para hacer esta ruta, debe ser un síntoma de algún trastorno psíquico, mas aún sin cabe, ya que no tenia reservada plaza en el autobús, por lo que cabía la posibilidad de tener que volver a casita y darme el madrugon para nada.

El primer síntoma lo noté estas Navidades. Ante la ausencia de actividades de gran parte de los clubs con los que salgo y los compromisos navideños típicos de estas fechas, no hice ninguna ruta después de muchos fines de semana de salidas ininterrumpidas. La tensión en los días siguientes fue tal que un día de semana cualquiera me puse las botas y cogí la cámara y me fui, aunque solo fuera para un par de horas, a las montañas próximas a Tallante: Cabezo de los Sevillas (291 m) y el Alto de las Cutandas (305 m).

Voy a tener que asistir a terapia, eso si exigiré que sea con medicina alternativa y que la consulta se encuentre en una cima o como mínimo al aire libre.Ten mucho cuidado es muy contagiosa esta enfermedad, fijaros sino como se lamentaba el compañero Ángel de no haber podido asistir a esta ruta por estar con gripe. Otro que ha caído, espero que nos hagan descuento por grupo.

Que la protagonista de la ruta fuera el agua no es de extrañar ya que ibamos a realizar la Senda del Agua por el tramo del Caño de Espuña, lo que aunque previsto no fue tan agradable, fue que esta nos acompañara durante más de dos horas en forma de lluvia. Y ya van dos salidas seguidas pasadas por agua, ya era hora que amortizara la inversion en el chubasquero.

La Senda del Agua es una ruta que, entre los Organos Administradores del Parque y la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, han acondicionado a su paso por el Parque Regional de Sierra Espuña del Canal que suministra agua potable a Cartagena (entre otras localidades) desde el río Taibilla, con una longitud lineal de 32 km desde Casas Nuevas a Totana y con variantes que llegan a suponer un total de 88 km. de rutas por esta Sierra emblemática de la Región.

Con el fin de disfrutar plenamente del entorno, tal y como se merece, han dividido la Senda en varias rutas:
- Totana – Ctra. de Espuña (Alhama)
- Ctra. de Espuña – El Berro
- El Berro - La Portuguesa
- La Portuguesa – Casas Nuevas

Sierra Espuña situada en el centro de la Región tiene gran influencia en los municipios que la comprenden (Totana, Aledo, Alhama, Pliego, Mula) siendo un eje vertebrador de sus relaciones sociales, económicas y culturales. Pero curiosamente también ha tenido gran vinculación con Cartagena a pesar de la distancia que la separa:
a) La existencia de los Pozos de Cartagena en el Collado Mangueta, autentica fabrica de hielo para suministrar a la población e industria en siglos pasados.
b) Las labores de repoblación llevadas a cabo por el ilustre Ricardo Codorniu, apostol del árbol y natural de Cartagena.
c) El Canal del Taibilla que atraviesa la Sierra para suministrar agua potable a la población y el Trasvase del Tajo para suministrar agua para el regadio al Campo de Cartagena.

La importancia del Canal del Taibilla tal vez nos sea desconocida a la mayoría de nosotros, pero podéis preguntarles a vuestros padres o abuelos lo que suponía la escasez de agua potable en la Cartagena de los primeros y mediados años del siglo XX, como consecuencia del aumento de la población de la ciudad, por lo que fue considerado un proyecto prioritario la denominada “traída del agua”, cuya construcción se realizó nada menos que desde 1926 a 1945, siendo presidente de la Mancomunidad el Almirante Bastarreche.

A traves de un Canal Principal de 213 Km de los cuales 119 eran normales, 71 de túneles, 9 de acueductos, 8 de sifones y 4 de rápidos llegaron en 1945 las primeras aguas a Cartagena, fue un 23 de abril de 1945 a las 10:15 horas cuando llegó el agua a los depósitos de Tentegorra, donde se celebró y bebieron por primera vez el agua del Taibilla los cartageneros. Como anécdota la Mancomunidad puso vehículos para subir a los ciudadanos que en plan romería acudían, y de vuelta, como reliquia, se llevaban el agua pura y fresca recién llegada.

Seguidamente llegó a Alhama de Murcia y al resto de poblaciones del ámbito de Sierra Espuña. Actualmente la totalidad de los canales principales abastecen a 79 municipios mancomunados que suponen 2.4 millones de habitantes y 504 km de longitud, mas otros 872 de ramales.

Junto al “milagro” del agua para beber, años mas tarde, se unió el del agua para regar y así confluyen en Sierra Espuña el Canal del Taibilla y el Trasvase Tajo – Segura, que sirvió para convertir miles de hectáreas de secano en regadío.

Descripción de la Ruta

Centrándonos en la ruta realizada en el día de hoy, es el tramo: Ctra. de Alhama – El Berro. Aunque en un principio estaba pensado seguir el curso de Caño de Espuña hasta su nacimiento en las proximidades de la Fuente del Hilo, cuestiones de intendencia hicieron cambiar los planes e hicimos la ruta que nos proponen las autoridades desviándonos del Caño para llegar a la población del Berro de un modo muy "cristobalino", y que los participantes más veteranos lejos de sorprenderse esperan.

La ruta comienza en la confluencia de la carretera que sube a Sierra Espuña desde Alhama con el trasvase del Tajo, fácilmente localizable por el derroche de Toten y carteleria que nuestras autoridades medioambientales han colocado ahí, un poco artificial ya que parece la entrada a un parque comercial, pero eso va en gustos. Enlace al inicio de la ruta.

Avanzamos por la carretera siguiendo en estos primeros momentos tanto el Canal como el Trasvase hasta llegar aun letrero que nos indicará el desvío hacia un sendero ancho, casi pista forestal. En este punto podremos observar en la rambla un antiguo acueducto de ladrillo y argamasa que origen árabe y datado del año 1560, y que se usaba ya en esa epoca para canalizar las aguas del río Espuña.

El Caño de Espuña que vamos recorriendo en esta parte inicial de la ruta y que debemos seguir en todo momento, bien por las proximidades del mismo o por la senda habilitada junto a él, tiene unos 13 km. y su función es la de encauzar el agua del Espuña que se genera en la parte alta de la sierra, hasta la balsa de Los Molinos en las cercanías de Alhama. Dicho río tiene una longitud de 19 km. naciendo en el Collado Bermejo a una altura de 1200 m. y desembocando en el Guadalentin, con un desnivel de 1000 m.

A continuación llegamos a un mirador excepcional del paraje de Carmona, donde se ve la tubería del Canal que baja en una pronunciada pendiente y que coincide en el lugar donde se instaló la “Fabrica de la Electricidad” en 1904 aprovechando la caída del agua de más de 200 m del río Espuña, actualmente en desuso, existiendo la Central Eléctrica “El Rápido” que aprovecha la caída de agua del Canal y que data de 1961, con una producción de 1500 kw/h. Por tanto en un espacio muy reducido de este paraje coinciden: el río Espuña con su huerta tradicional, el Canal, el Trasvase y el Caño.

Continuamos la senda siguiendo El Caño para deleitarnos de las vistas de las paredes de Cueva Luenga, lugar donde nidifica el águila real, y uno de los motivos por lo que Sierra Espuña es ZEPA, por tanto si madrugas y tienes paciencia es un buen lugar para avistar aves singulares.

Desde este punto pudimos observar las nieves que cubrían el Morrón Chico y que posteriormente pudimos ver también en el Collado Blanco y en el Morrón Grande, comentándose en el bar del Berro la gran cantidad de personas que habían subido al mismo para disfrutar de la nieve.

Seguidamente nos tropezaremos junto al caño con un cartel informativo del Balcón del Guadalentin, desde donde tendremos una espectacular vista de Alhama y las montañas que la rodean, eso claro esta si no esta lloviendo o nublado como en el de hoy, pudiendo observarse en días de buena visibilidad, Peñas Blancas, el Algarrobo o la Almenara.

A partir de aquí el caño se introduce en el bosque cerrándose bastante el sendero, teniendo que luchar con las trepadoras que se nos enganchan en la ropa, y en un ambiente de por si húmedo y fresco que hoy lo era aun más por la lluvia que sin cesar nos cae desde que salimos.

Con el fin de tomar un almuerzo bajamos al refugio de Fuente Bermeja, y se produce el milagro, deja de llover por lo que reponemos fuerzas sin la molesta agua sobre nuestras cabezas y en un acto de optimismo nos desprendemos de nuestros chubasqueros con la esperanza de que las precipitaciones hayan finalizado, como así fue.

Volvemos a subir al Caño para continuar por el unos cientos de metros más y tras una empinada subida cogemos una pista y un sendero que nos llevará hasta las Cuevas de los Mataos en el cauce del Barranco y frente a la casa de Leyva. Curiosas cuevas que merecen una visita y recorrerlas ya que son de corta longitud, por lo que llévate el frontal para mayor seguridad.

Desde aquí para llegar al Berro había dos opciones: coger una pista que sale por la parte baja de la casa o seguir por la carretera. Ninguna de la dos opciones satisfacía al guía por lo que se inventó una tercera y original, avanzar por la carretera unos cientos de metros y subir campo a traves hasta un collado para dejarnos caer al Barranco del Berro, un punto de aventura montañera que se agradece en tan aplacible ruta. El resto del camino fue un tranquilo paseo por el cauce perfectamente transitable del Barranco, en donde pudimos observar la variada vegetación que en él hay, con los colores tipicos del invierno, hasta llegar a la población del Berro donde cada uno festejo la ruta en los diferentes establecimientos que existen.

Para bajar la “copiosa comida” y ante la inexplicable ausencia de los autobuses decidimos bajar a buscarlos por lo que por el mismo precio disfrutamos de unos 3 km. más, eso si por carretera hasta localizar donde habían aparcado, casi en la confluencia con la carretera de Pliego – Alhama. (Este bonus track no esta incluido en la información del GPS)

Si habéis notado que esta crónica esta un poco más detallada y larga de lo habitual ha sido debida a la aportación de Cristóbal que me prestó un libro y que os aconsejo para los más entusiastas de esta Sierra y de esta ruta en particular.

Bibliografia:
"La Senda del Agua".
Autores: Manuel Aguila, Begoña Diaz y Maria Espadas
Editan: MCT. Ecoespuña y Natursport.
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